EDITORIAL | Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer
Por: Michelle Vásquez
Comisionada Internacional
Asociación de Scouts del Ecuador
La violencia contra la mujer es una realidad difícil de afrontar en la sociedad ecuatoriana. La vivienda en confinamiento obligo a las víctimas a cohabitar con el agresor violento un tiempo mayor al dado en circunstancias anteriores. La reducción salarial, el incremento de stress y ansiedad resultaba en agresiones físicas, psicológicas y sexuales que se soportaban en medio de las complicadas circunstancias que vivíamos todos.
Sin embargo, las agresiones que reciben las mujeres se dan más allá del ámbito familiar. Escalan a las esferas de lo laboral, político y comunitario. Ser mujer en todos aquellos espacios aumenta el factor de riesgo, al punto de ser discriminada y subordinada por sus superiores y pares inclusive. El movimiento scout a nivel mundial consciente y preocupado de esta realidad, busca sensibilizar a sus miembros acerca de esta problemática.
Desde la educación no formal que brinda el escultismo a los niños y jóvenes se crean espacios propicios para que la mujer desde temprana edad, encuentre un lugar donde pueda desenvolverse con libertad y desarrollarse plenamente, en equidad de condiciones con sus compañeros. El Programa de Jóvenes de nuestro Movimiento Scout es la clave para fomentar el respeto a través del diálogo y la participación equitativa en los roles de liderazgo y gobernanza en el esquema de nuestra organización. Como adulta voluntaria en este movimiento me complace ver a nuestras niñas, jóvenes y otras adultas encontrar significancia con su participación en nuestras actividades nacionales e internacionales pensadas para la equidad de género.
Este 25 de noviembre conmemoramos el Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer y con motivo de este, invitamos a todos nuestros miembros a continuar construyendo un mundo mejor donde podamos escuchar atentamente, empatizar y no juzgar a las mujeres que son víctimas de la violencia de género.
Un fraterno saludo,
Michelle V.